domingo, 5 de diciembre de 2010

¡Luchemos por la legalización del Aborto libre seguro y gratuito!

¡Luchemos por la legalización del
Aborto libre seguro y gratuito!

Aborto principal causa de muerte materna

En Argentina, un 40% de los embarazos termina en aborto, siendo esta la principal causa de internación hospitalaria femenina y la principal causa de muerte materna. Aproximadamente 500 mujeres mueren por año producto de abortos clandestinos y en las peores condiciones sanitarias, quedando otras cientas mutiladas. Este cuadro, contextualizado en un sistema de salud colapsado por el desfinanciamiento y el vaciamiento por parte del gobierno.

El mismo gobierno que persigue y criminaliza a las mujeres que, en verdad son víctimas de un Estado que no les permite decidir sobre sus cuerpos y sus propias vidas; no pueden decidir cuando quieren ser madres si es que quieren serlo así como tampoco pueden decidir en ningún ámbito de su vida, son las mujeres de la clase trabajadora aquellas que no tienen acceso a la educación sexual, ni a la anticoncepción gratuita, las que se ven forzadas a abortar en la mayor ilegalidad y sin ningún tipo de atención médica. Abortan las mujeres más jóvenes porque un hijo les impide continuar estudiando y les dificulta la búsqueda laboral, abortan las precarizadas por miedo a ser despedidas,  las obreras flexibilizadas porque se ven obligadas a cumplir con jornadas laborales interminables y ni hablar de las trabajadoras en negro que no tienen derecho a nada.

La Iglesia a favor de la muerte

La misma sociedad patriarcal que exige la maternidad es la que nos empuja a abortar, el Estado que criminaliza a las mujeres víctimas de abortos clandestinos es el mismo que nos obliga a esta práctica, dadas las condiciones de explotación hacia la mujer trabajadora; que es sin duda una doble explotación, por ser mujer y por ser trabajadora. Es paradójica la situación que se presenta teniendo en cuenta que muchas veces son las propias condiciones laborales las que causan los abortos, son las larguísimas jornadas laborales estando de pie sin descanso para las embarazadas, o el contacto con sustancias toxicas que producen las pérdidas de embarazos aun deseados, como han sucedido casos con las trabajadoras del Casino Puerto Madero o de Kraft-Terrabusi, así como tantas otras. Tenemos en claro que el aborto no es una práctica que nos agrade a ninguna mujer, pero también somos conscientes de que debemos exigir y arrancar al Estado el respeto por lo que es un derecho humano básico: la libertad de disponer de nuestro cuerpo, de nuestras vidas y de nuestra maternidad.

No seremos libres en ese sentido mientras no existan en los colegios, en todos los niveles, educación sexual científica y laica para poder decidir, anticonceptivos de calidad gratuitos en todos los centros de salud pública para no tener que abortar y por supuesto, aborto legal seguro y gratuito para no morir. La iglesia por su parte, que históricamente se posiciona contraria a la legalización del aborto “a favor de la vida”, esconde en realidad un interés de clase: el tráfico de bebes para adopción ilegal y los subsidios estatales para los hogares de niños tales como el de Grassi, donde ya sabemos como el clero “cuida” a los chicos… es decir que la Iglesia protege su propio negocio tras sus posiciones reaccionarias, que lejos están de querer defender la vida, y la evidencia está en que poco les importa la vida de las más de 500 mujeres que mueren mutiladas cada año.

El proyecto del gobierno es reaccionario

Por su parte el gobierno de Cristina ha sellado desde un principio su pacto con el clero de manera que tengamos una presidente mujer de ninguna manera significa un avance en las reivindicaciones del movimiento de mujeres, sino muy por el contrario, su continua postergación producto de los intereses de clase que defiende, o sea, el de los sanatorios y clínicas privadas y la industria farmacéutica. Actualmente hay un proyecto de ley lanzado por el gobierno acerca del aborto que básicamente modifica el artículo 86 del código penal que habla de los casos despenalizados de abortos, a saber el llamado “aborto terapéutico” (que permite la practica en caso de que sea producto de una violación a mujeres idiotas y dementes; o bien en caso de que la continuidad del embarazo ponga en peligro la salud de la madre). Si nos detenemos a pensar un minuto, en este caso el término “salud” estaría ampliando muchísimo los casos de abortos despenalizados, dado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) conceptualiza la palabra como un conjunto de cuerpo y mente; y no cabe duda que llevar adelante un embarazo no deseado causa problemas psicológicos en la madre. El proyecto kirchnerista pretende establecer una interpretación más restrictiva del tipo de peligro que debe correr la mujer para que se pueda practicar el aborto pero a eso se le suma la obligatoriedad de dos autorizaciones medicas, no solo la del médico que realiza la practica sino de uno más. Este proyecto claramente representa un retroceso a ya atrasada y retrograda legislación penal, limitando aun más las posibilidades concretas de que una mujer pueda abortar de manera legal.

Luchemos por este programa:

  • Por el aborto libre, seguro y gratuito. 
  • Educación sexual científica y laica en todos los niveles educativos. 
  • ¡Fuera la Iglesia de los colegios! 
  • Anticonceptivos de calidad y gratuitos en todos los centros de salud. 
  • Organicemos un movimiento de mujeres independiente del Estado, de los partidos patronales y de la Iglesia que conquiste en la calle estas consignas. 
  • Por un plan de lucha nacional, convocamos a las organizaciones de Izquierda, sindicatos combativos, agrupaciones feministas y a los luchadores a llevar adelante esta tarea.

      Agrupación de mujeres clasistas
Insurrectas